domingo, 11 de agosto de 2013

Diferenciar entre placer y disfrute: un apunte para ser más feliz

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Luis Galindo, en su libro “Reilusionarse. Apasiónate por la vida”, hace alusión a la interesante diferencia entre estos dos términos, placer y gratificación, que utilizamos a menudo con relación a los momentos felices. ¿En qué se distingue la felicidad que procuran los placeres de la que sentimos con las gratificaciones?

Los placeres tiene un alto componente sensorial y emocional”. Están asociados al hecho de satisfacer una necesidad biológica. Los placeres son perecederos y transitorios, es decir, tiene una duración determinada. Una buena comida, un paseo por la playa, una copa de vino, etc. son placeres, acciones que nos procuran momentos de felicidad.

Lo normal es que procuremos buscar estos instantes y que siempre nos parezcan cortos. Nos habituamos pronto a ellos y queremos más.

Las gratificaciones, por el contrario, duran más que los placeres, implican más pensamientos e interpretación, no se convierten fácilmente en un hábito y nuestras fortalezas y virtudes las refuerzan”. Según esta interpretación ¿Qué puede ser una gratificación? Es algo que conlleva cierto esfuerzo como, por ejemplo, salir a correr o a bailar, pasar un buen rato leyendo un libro que nos guste, dedicar un tiempo a nuestro hobby preferido, superar una marca personal o cualquier tipo de reto que nos sea grato.


La gratificación está muy relacionada con el concepto de fluir que desarrolló el psicólogo M. Csikszentmihalyi, en su libro Fluir (Flow). Una psicología de la felicidad. Fluimos cuando estamos haciendo algo con tanta dedicación y disfrute que el tiempo se nos pasa sin que nos demos cuenta.Fluimos cuando nuestras actividades requieren de la práctica de las propias habilidades, en un justo equilibrio entre lo fácil y lo difícil”.

M. Csikszentmihalyi matiza esta cuestión, centrándose en la distinción entre el sentir PLACER y el sentir DISFRUTE. Si lo piensas, es muy normal que hagamos uso indistinto de estos términos, como si fueran sinónimos. Y no lo son.

¿Es importante conocer la diferencia? Sí, si queremos “crear” y vivir más momentos de felicidad. Entender los matices que nos aconsejan buscar el disfrute, además de los momentos de mero placer, ayuda a decidir a qué dedico mi tiempo.

“El placer es un componente importante de la calidad de vida, pero por sí mismo no trae felicidad. El sueño, el descanso, el alimento y el sexo nos ofrecen reconstituyentes experiencias homeostáticas que ordenan de nuevo la conciencia después de que la intrusión de las necesidades del cuerpo haya provocado entropía psíquica. Pero no producen crecimiento psicológico. No agregan complejidad a la personalidad. El placer nos ayuda a mantener el orden, pero, por sí mismo, no puede crear un nuevo orden en la conciencia.

(…) El disfrute está caracterizado por este movimiento hacia delante: por un sentimiento de novedad, de realización. Jugar un partido de tenis en que se ponga a prueba la propia capacidad es agradable, como leer un libro que nos revela las cosas bajo una nueva luz, como tener una conversación que nos conduce a expresar unas ideas que no sabíamos que tuviésemos. Es agradable cerrar un acuerdo comercial tras una difícil negociación, o contemplar el trabajo bien hecho. Ninguna de estas experiencias puede haber resultado particularmente placentera mientras la estábamos realizando, pero después, cuando pensamos sobre ella, decimos: ‘realmente era divertido’ y deseamos que nos suceda otra vez. Después de un suceso agradable sabemos que hemos cambiado, que nuestra personalidad ha crecido: en algunos aspectos hemos llegado a ser más complejos como resultado de ello.”

Échale un repaso a tus vacaciones, ¿placer y disfrute? ¿placer? ¿o disfrute? Enumera las actividades de un tipo y otro….. Te resultará revelador y,…..espero que también te permita disfrutar un rato.

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