Buscar un empleo es un trabajo, y en momentos como los actuales, un duro trabajo que exige de altas dosis de motivación, constancia, confianza y fuerza de voluntad. Recursos, que no siempre nos acompañan y que echamos en falta con frecuencia cuando estamos “parados”. Problema: la motivación no se puede comprar. Hay cosas que ayudan a mejorarla pero, fundamentalmente, depende de nuestra actitud y de nuestro modo de afrontar la vida. Y como, afortunadamente, depende de nosotros, hay cosas que podemos hacer para mantenernos con fuerzas y motivados en el proceso de búsqueda de empleo.
¿Cómo puedo nutrirme
de motivación?
En primer lugar, observemos el término motivación: “motivación” = “motiva + acción”. Pues sí, lo
primero es desligarnos del concepto de “estar parado”. La búsqueda de empleo requiere acción,
ponerse a trabajar en ello, ¡como si de un empleo se tratara!
¿Mandando un montón
de CV? ¿Estando muy pendiente de las ofertas de empleo? ¿Contestando
rápidamente a todo lo que salga? Sí, pero no
exactamente. Buscar un empleo es mucho más que eso, sobre todo si
queremos mantener nuestra motivación frente
a esta tarea.