Mostrando entradas con la etiqueta disfrutar de la vida. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta disfrutar de la vida. Mostrar todas las entradas

domingo, 19 de julio de 2015

Buscar el cambio, aprovechar la oportunidad





Hace ya muchos veranos que me ocurrió lo siguiente. Volvía como todos los años al lugar en el que había veraneado desde pequeña y en el que conocía a mucha gente. El grupo de amigos/conocidos nos reencontrábamos después de doce meses y ese primer saludo estival siempre empezaba por un "¿Qué tal? ¿Cómo estás? ¿Cómo ha ido el invierno?" Las respuestas eran variadas, según quién y el momento vital, pero la mayoría respondía con algo que contar y compartir. 

Aquel verano la primera sorprendida fui yo. Mi respuesta era sencilla y llanamente vacía: "Bien, todo bien sin ninguna novedad, como siempre" Nada de interés, ni nada reseñable, nada había ocurrido aquel año, nada había cambiado. Incluso a mi misma me llamaba la atención mi respuesta y, por supuesto, esa realidad que yo no había percibido hasta ese instante.

No pasa nada, realmente no pasa nada porque nada cambie y todo siga igual, salvo que -como era mi caso en aquel momento- en tu vida haya bastantes cosas que no te gustan. Este es el tema: tener un montón de sueños, de ilusiones, de deseos y estar parada sin hacer nada por conseguirlos mientras ves como los años van pasando. Detrás de esta actitud..... está el miedo a equivocarnos, el temor a enfrentarnos a lo desconocido; en algunas ocasiones, el dar un paso en una dirección distinta a la esperada.

Aquel verano tome una decisión que no he olvidado hasta el día de hoy. Decidí vivir, luchar por lo que quería, aprovechar las oportunidades y tratar de que cada año algo "entrara" en mi vida, algún aprendizaje se quedara conmigo. Decidí tener algo que contar, no al mundo, sino a mi misma. Y así ha sido.

A veces, ese algo que ha cambiado es imperceptible para los demás. Pero yo sí lo veo y sé que ese paso más, en busca de mis ilusiones, está ahí, aunque solo lo perciba yo. Es más, ahora respondo en muchas ocasiones: "bien, todo bien, sin novedad" por el simple hecho de no entrar en detalles, pero yo se que en el fondo voy alcanzando mis pequeñas metas; y eso, me reconforta.

Y con esta actitud, no pasará nada el día que nada cambie porque las cosas estén bien como están. Es más, será un buen día si es que llega. Y si no llega... a seguir caminado.

He recordado esta experiencia al ver este vídeo. Espero que te guste y que decidas, tu también, salir de la zona de confort y aprovechar a vivir las oportunidades, a luchar por tus pasiones y a contártelo cada noche antes de acostarte.



jueves, 1 de enero de 2015

¿Y si le pides a los Reyes, tiempo… tiempo sin tiempo?



En fechas como estas uno suele pararse a “mirarse dentro” y a mirar su vida. Es frecuente la reflexión: para el próximo año, ¿qué quiero? Y se mira uno porque entre otras cosas, ahora, en Navidad, uno se reencuentra en las cenas familiares con viejos roles, revive ese que fue cuando era niño. También, porque uno proyecta hacia el futuro al brindar por el nuevo año, siendo inevitable hacer una valoración del que pasó.

Pero, no solo porque es Navidad, también se mira uno porque es invierno, y porque esta estación invita a “quedarse en casa”, soltando muchos de los estímulos del entorno y conectando con esa identidad más auténtica y personal.

Esa conexión no siempre es fácil, da vértigo mirarse uno mismo, da miedo verse en relación a la vida. Y huimos de hacerlo, buscando ese algo urgente que siempre tenemos por hacer. Mirar hacia dentro requiere tiempo, pero no un tiempo material medido en un reloj. Requiere tiempo sin tiempo, que es tanto como decir tiempo para observarme, a mí con relación al mundo, y para vivir consciente, para contemplar lo que se está viviendo.

Probablemente, Mario Benedetti supo explicarlo mejor que yo. Aquí te dejo sus palabras sobre lo que es, el tiempo sin tiempo:

Tiempo sin tiempo (Mario Benedetti)

Preciso tiempo necesito ese tiempo
que otros dejan abandonado
porque les sobra o ya no saben
qué hacer con él
tiempo
en blanco
en rojo
en verde
hasta en castaño oscuro
no me importa el color
cándido tiempo
que yo no puedo abrir
y cerrar
como una puerta

tiempo para mirar un árbol un farol
para andar por el filo del descanso
para pensar qué bien hoy es invierno
para morir un poco
y nacer enseguida
y para darme cuenta
y para darme cuerda
preciso tiempo el necesario para
chapotear unas horas en la vida
y para investigar por qué estoy triste
y acostumbrarme a mi esqueleto antiguo

tiempo para esconderme
en el canto de un gallo
y para reaparecer
en un relincho
y para estar al día
para estar a la noche
tiempo sin recato y sin reloj

vale decir preciso
o sea necesito
digamos me hace falta
tiempo sin tiempo.



A los Reyes Magos les pido, eso, tiempo sin tiempo.
Quizá a ti, también te venga bien ese regalo.


Otros post relacionados:



martes, 12 de agosto de 2014

¿Y si aprovechamos para desconectar?


Estamos en el mes de agosto, ese que resulta ser para una gran mayoría el mes de vacaciones (no es mi caso) y, por lo tanto, el destinado a desconectar del trabajo, de la oficina, del estrés y de nuestra identidad profesional. Para algunos, la desconexión se reduce a una quincena o a una semana. En cualquier caso, prácticamente todos podemos disfrutar de unos días para olvidarnos de los asuntos laborales.

Durante este periodo, tratamos de conectar con otras cosas, con actividades que nos reportan otro tipo de satisfacciones, más emocionales e instintivas, como son el placer de compartir tiempo con la familia, de pasear sin prisas, de leer algo distinto a un informe, de dormir las horas que el cuerpo pide, etc. Y, sin embargo, hay algo de lo que, difícilmente, desconectamos: la tecnología que nos conecta.

Ya en 2008, MARK BITTMAN, escritor culinario del New York Times escribía en el diario El País un interesante artículo sobre su dificultad para desconectar de todos los dispositivos que le conectaban con el mundo, tan solo por un día. Se declaraba “tecno-adicto” y clamaba por instaurar el “sabbat laico”, esto es, un día (no necesariamente el sábado) - solo uno - en el que el móvil, el ordenador, el correo electrónico, las redes sociales  e internet, en general, dejasen de existir.

Un día para dedicarlo a cualquier otra cosa, lo que sea. Para salir (sin móvil), para leer la prensa (en soporte papel), para cuidar las plantas, cocinar, hacer deporte ….. lo que sea que a cada uno le apetezca, pero lo que sea sin el apoyo de las tecnologías.

martes, 4 de marzo de 2014

¿Tienes 30 minutos?



30 minutos, es el tiempo que necesitas para dedicarle al post de hoy.

2 minutos para leer la introducción a un bonito corto,

23 minutos, para disfrutar con tranquilidad de esta preciosa historia,

y los últimos 5 minutos, para pensar y reflexionar sobre … lo que te sugiera.

Quizá esto último te lleve algo más de tiempo …  Depende de cada uno.

Disfrútalo


Seguro que hay días que te levantas con ganas de tirar la toalla, con la sensación de que no puedes más, con la queja y la apatía como tarjetas de presentación. Hay, también, momentos en la vida, en los que parece que nada sale bien y que todo se hunde. Son periodos difíciles que, sin embargo, pueden convertirse en “mariposas”. Muchas veces, aunque no seamos conscientes de ello, estamos cerrando una etapa de la vida, para abrirnos a una nueva fase, a un nuevo ciclo que llega con nuevas oportunidades. El que seamos capaces de aprovechar ese momento, para retar al miedo, llenarnos de fuerzas y energía y renovar nuestro sentido de vida, depende de nosotros, de cada uno de nosotros.

Te invito a ver este vídeo que encontré en la red y que me gustaría compartir contigo. ¿Podrías formar parte del Circo de las Mariposas?




jueves, 19 de diciembre de 2013

“No te impidas ser feliz”



Estas son fechas en las que repasamos el año que se va y miramos, con cierta incertidumbre, hacia el que entra. Dejamos atrás 365 días, en los que casi seguro, ... hubo de todo. La vida es así. Y damos paso a esa sensación extraña en la que se mezcla la ansiedad por lo nuevo, con el vértigo por despedir otro año más.

Esperanzados, confiamos en continuar con nuestros proyectos durante los doce próximos meses y en estar más cerca de esa oportunidad de cumplir nuestros sueños y deseos.

Queremos cargar de magia la entrada de ese nuevo año, llenándola de rituales y suertes supersticiosas. pensamos que quizá ¡sea este el gran año!, el de la promoción, el del buen empleo, el de independizarse, el de encontrar pareja,... Y, sin embargo, el encuentro con la felicidad no es cosa de una lotería, ni de grandes ideas, ni de golpes de suerte. Es una cuestión mucho más accesible y simple, que está compuesta de pequeños detalles cotidianos que te permiten ser feliz.

De la mano de Pablo Neruda, te dejo las siguientes reflexiones para la vida.


“No te impidas ser feliz”

Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismos
trayectos,
quien no cambia de marca
no se atreve a cambiar el color de su
vestimenta
o bien no conversa con quien no
conoce.
Muere lentamente
quien evita una pasión y su remolino
de emociones,
justamente estas que regresan el brillo
a los ojos y restauran los corazones
destrozados.
Muere lentamente
quien no gira el volante cuando está infeliz
con su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir
detrás de un sueño
quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida,
huir de los consejos sensatos ...
¡Vive hoy!
¡Arriesga hoy!
¡hazlo hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡NO TE IMPIDAS SER FELIZ!


En estos días, desearte que disfrutes de la buena compañía de tu familia y amigos. Y que en 2014, des buenos paseos, leas, cambies de trayecto, encuentres la pasión, gires el volante si no eres feliz, y persigas tus sueños.

Muchas felicidades.

Mercedes Gigosos G.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Manifiesto Holstee



Sal ahí y empieza a crear

Hace unos años, tres amigos - Dave, Mike y Fabián - deciden sentarse en las escaleras de Union Square, a reflexionar sobre su futuro; en concreto, sobre cómo querían afrontar la nueva etapa que tenían ante sí. Acababan de dejar sus empleos. Lanzaban Holstee, una empresa textil sostenible. Y deseaban construir una compañía que transmitiera al mundo, día a día, su pasión por vivir. Sus deseos se plasmaron en unas pocas ideas: el Manifiesto Holstee, en el que publicaron lo que buscaban en la vida.

"Era un recordatorio de por qué estábamos vivos".

¿Qué tal si creas de tu propio manifiesto?

domingo, 25 de agosto de 2013

El último anuncio de IKEA, algo más que vender muebles





No soy una "fan" de IKEA pero me ha encantado:

En momentos de crisis como los actuales y, aun más, cuando volvemos a retomar los hábitos tras las vacaciones de verano, un pequeño cambio en nuestro día a día puede abrirnos a un mundo de novedades y descubrimientos. Y, lo más normal, es que posiblemente, ni lo intuimos.

Hay veces en la vida que nos “anclamos” en la zona de confort y soportamos “compartir un banco” en el que estamos incómodos por pereza, miedo, inercia o ansiedad ante el hecho de hacer algo distinto. El “como todos los días” se impone. Y acabamos mirando siempre al mismo sitio y reduciendo las opciones que nos permiten disfrutar más de la vida.

Acabar con esta situación es, en ocasiones, complicado (un divorcio, por ejemplo); no me refiero con el post a cambios tan fuertes como este. Sin embargo, en otros muchos casos el romper con la monotonía requiere de cuestiones sencillas: metafóricamente de dar el paso de “comprar una simple silla”; es decir, de hacer una pequeña renovación en nuestra vida.


domingo, 11 de agosto de 2013

Diferenciar entre placer y disfrute: un apunte para ser más feliz

http://bit.ly/19lvwQy

Luis Galindo, en su libro “Reilusionarse. Apasiónate por la vida”, hace alusión a la interesante diferencia entre estos dos términos, placer y gratificación, que utilizamos a menudo con relación a los momentos felices. ¿En qué se distingue la felicidad que procuran los placeres de la que sentimos con las gratificaciones?

Los placeres tiene un alto componente sensorial y emocional”. Están asociados al hecho de satisfacer una necesidad biológica. Los placeres son perecederos y transitorios, es decir, tiene una duración determinada. Una buena comida, un paseo por la playa, una copa de vino, etc. son placeres, acciones que nos procuran momentos de felicidad.

Lo normal es que procuremos buscar estos instantes y que siempre nos parezcan cortos. Nos habituamos pronto a ellos y queremos más.

Las gratificaciones, por el contrario, duran más que los placeres, implican más pensamientos e interpretación, no se convierten fácilmente en un hábito y nuestras fortalezas y virtudes las refuerzan”. Según esta interpretación ¿Qué puede ser una gratificación? Es algo que conlleva cierto esfuerzo como, por ejemplo, salir a correr o a bailar, pasar un buen rato leyendo un libro que nos guste, dedicar un tiempo a nuestro hobby preferido, superar una marca personal o cualquier tipo de reto que nos sea grato.