domingo, 26 de octubre de 2014

¿En qué se diferencia la vocación de la pasión?

¿Tú qué sientes, vocación o pasión por lo que haces?

Ryan Allis es un emprendedor norteamericano que con tan solo 30 años ha creado, y posteriormente vendido,  una exitosa empresa tecnológica para lanzarse a montar nuevos proyectos. Dicen que es uno de esos jóvenes visionarios con las ideas muy claras sobre cómo hacer que una empresa funcione.

El pasado verano, publicó un powerpoint en el recoge cientos de consejos que resumen su filosofía empresarial y vital; en total, 1.284 diapositivas. Entre ellas, hay una en la que Allis analiza la diferencia entre cuatro conceptos:

  1. La pasión
  2. La vocación
  3. La profesión
  4. Y, la misión


Antes de seguir leyendo, ¿en qué crees que se diferencian? Te doy una pista: ponlos en relación, dos a dos, jugando con estos cuatro aspectos:

  • Lo que te gusta hacer
  • Lo que sabes hacer bien, en lo que eres competente
  • Lo que necesita el mundo, es decir, lo que se demanda
  • Lo que puedes cobrar, esto es, aquello con lo que puedes ganar dinero.


A modo de ejemplo, la pasión es el resultados de unir “lo que te gusta hacer” con “lo que …

Una imagen



Allis hace un sencillo esquema que  permite ver las relaciones entre estos cuatro conceptos. Como verás, aunque las va vinculando dos a dos, todas forman parte de un esquema global. 


Tres conceptos y uno más

Así, la PASIÓN es el resultado de unir lo que te gusta hacer con lo que sabes hacer bien. Piensa ¿En cuáles de las cosas que te gustan, eres bueno? Bailar, cocinar, jugar al tenis, hablar en público, leer balances de empresa, cuidar plantas, …. Pues he ahí, tu pasión.

La PROFESIÓN surge al poder ganar dinero (poder cobrar) haciendo aquello que sabemos hacer (aunque a veces no nos guste mucho). Cuantos profesionales se dedican a cosas que en su momento les gustaron pero hoy en día ya no les apasionan, aun haciéndolo bien.

http://bit.ly/1yBMhPY
La MISIÓN aúna gusto y bien social, lo que nos gusta se une a una acción o cometido relacionado con algo que el mundo necesita. Es algo que va más allá de lo que nos gusta, y puede ser que en ello no seamos muy buenos, sino que simplemente “nos defendamos”. A veces, es difícil encontrar nuestra misión. Una pena, porque trabajar en aquello que sentimos como misión suele dar grandes satisfacciones.


La Vocación

Queda la VOCACIÓN. Este término es frecuentemente utilizado por quienes buscan reorientar su vida profesional. Encontrar la vocación es para muchos una búsqueda constante. En uno de mis post,  ¿Quieres cambiar de profesión y no sabes a qué dedicarte? Esperando a la serendipia en el cambio profesional, hablaba de que no hay una única identidad profesional. Podemos desarrollar diversas profesiones a  lo largo de la vida laboral y cambiar de vocación.

Según la RAE, la vocación es una  Inclinación a cualquier estado, profesión o carrera. Por su uso bajo la acepción de llamamiento en el marco religioso, la vocación se interpreta como algo inspirador, pero no deja de ser un deseo de dedicarnos a algo o un talante ante algún tipo de actividad (ej. tiene vocación de actor).

En este sentido, la fusión que plantea Allis entre “lo que necesita el mundo” y “lo que puedes cobrar” se quedaría un poco limitado para hablar de vocación.

Mi propósito

Como hemos visto, es posible que un análisis semántico de estos términos diera pie a algunas matizaciones, pero cierto es que, tal cual, el esquema de Allis ayuda a reflexionar sobre qué me gusta, qué sé hacer, qué... lo cual ayuda a identificar cuáles son mis propósitos, mis objetivos y mis puntos fuertes. Y con todo ello, saber un poco mejor cómo enfocar nuestra vida profesional y personal.

Te dejo enlace al resto de la presentación en powerpoint, por si quieres seguir investigando (está en inglés)