Y tú ¿crees que irradias una marca personal?

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¿Qué huella dejas en los demás? ¿Qué destacarían de ti, tus colaboradores, compañeros o jefes? Si fueras un producto, ¿con qué marca te gustaría identificarte? El concepto de marca personal (Personal Branding) es uno de los que más interés suscita cuando hablamos de asegurar una carrera profesional, en los tiempos actuales.

¿Qué es la marca personal? 

Para describirlo de una manera coloquial es aquello que determina la impresión que uno causa a los demás, la imagen que uno deja, la impronta que uno da, lo que dirían de uno si tuvieran que definirnos. Pero no queda ahí, también hace referencia a aquello que nos hace distintos, nos diferencia, nos da un valor profesional. Tom Peters, uno de los precursores de este término, nos plantea esta pregunta:

¿Qué pinta tiene la Marca Usted?

¿Lo has pensado alguna vez?, ¿Qué imagen te gustaría que te definiera profesionalmente? ¿Cómo es? ¿Coincide con la imagen que das?

Tener claro esto es esencial a la hora de buscar un empleo, un mejor empleo, un nuevo proyecto o un cliente. Es más, hoy en día, en un entorno laboral en el que las relaciones se hacen a través de entornos virtuales, en los que la comunicación no verbal está muy ausente, es importante cuidar el perfil profesional que uno transmite.

Según Andrés Pérez Ortega,  uno de los autores que mejor ha divulgado el concepto de marca personal en España: “Desarrollar una Marca Personal consiste en identificar y comunicar las características que nos hacen sobresalir, ser relevantes, diferentes y visibles en un entorno homogéneo, competitivo y cambiante”.

Identificar y comunicar

Su definición contiene dos importantes verbos: identificar, el primero, y comunicar, el segundo. Identificar y comunicar, ¿el qué? Quienes somos, nuestros talentos, lo que nos hace distintos, lo que nos da mayor presencia.

Me gustaría contar una anécdota con relación a esta cuestión.

Durante la realización de un “taller de expresión emocional y corporal” se les pedía a los participantes que, sentados en círculo, expresaran en alto “aquello que no les gustaba de sí mismos”. A continuación y en una segunda fase de la actividad, se les solicitaba que repitieran la experiencia, pero en este caso, reconociendo y comunicando “aquello que les gustaba de sí mismos, aquello en lo que destacaban y que les hacía sentirse bien”. ¿Qué ocurrió? Que muchos participantes se daban cuenta de su dificultad para identificar y/o reconocer, en voz alta y ante el resto del grupo, esas características en las que sobresalían, eran relevantes, diferentes o visibles.

Dos cuestiones importantes

En efecto, la primera tarea para trabajar sobre la marca personal de uno mismo es la de investigar en qué destaco yo y qué cualidades me hacen distinto. Esto requiere:

- Un conocimiento importante de uno mismo. ¿Qué me caracteriza? ¿Qué me diferencia? ¿Qué quiero ser? Tan importante como es el saber quién soy es el saber qué quiero ser.
- Saber qué capacidades son importantes para el mercado al que nos queremos dirigir. Si no sé lo que ese mercado necesita, difícilmente sabré cuáles de mis cualidades debo poner en valor.
- Estar al tanto de lo que ofrecen otros profesionales del sector. Sólo así podré identificar qué es aquello que me diferencia.

Estos dos últimos puntos, a menudo, no se tienen en cuenta. Para identificar aquello que nos da valor en el mercado, es necesario “escuchar” qué competencias está demandando ese mercado, en ese momento. Y qué puedo aportar “de distinto”.

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El segundo paso es el de trabajar sobre cómo comunicar y dar a conocer eso que yo puedo ofrecer, mis talentos.

Aquí es donde entra de lleno la parte más comercial de este concepto. No en vano, surge para concienciar a los profesionales de la necesidad de “venderse”, sean o no trabajadores por cuenta propia.

Son muchas las estrategias y técnicas concretas para promocionar nuestra marca personal; desde empezar definiendo un producto “YO, S.L.” hasta definir un plan de marketing o hacer un blog. Sin embargo, creo que la clave está en tomar conciencia de la necesidad de comunicar lo que somos y lo que hacemos.

Mi marca en la búsqueda de empleo

Cuando reviso Currícula, asesorando a personas que buscan un/otro empleo, encuentro con frecuencia que la descripción del perfil, formación o la experiencia no dejan ver qué es aquello que le define a uno y qué le puede diferenciar de otros candidatos. No hay rastro de marca personal. Y en la mayoría de los casos, existe. Esto juega en contra al no dejar huella. Invita a que no se acuerden de ese CV. Por ello, es importante detenernos a pensar ¿qué imagen da de mí, mi CV?

Y no solo en un CV, en cualquier ámbito de la vida profesional es necesario estar atentos al perfil que transmitimos, llamémosle marca personal o no, pues el futuro laboral parece encaminado a sustituir el “trabajo para toda la vida” por vinculaciones laborales temporales, competitivas, cambiantes y sujetas a proyectos concretos. En esas circunstancias, mi capacidad para comunicar qué hago y qué me diferencia será la llave de entrada al empleo. 

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