Escoger la profesión adecuada: tres claves y una más para tener un trabajo con alma

La decisión sobre qué profesión elegir o cómo reorientar nuestra carrera laboral genera a menudo cierta confusión e incluso algo de ansiedad. No importa la edad, ni el tipo de ocupación, ni el momento personal. Da vértigo y salta el miedo a equivocarnos. Pero por encima de estos sentimientos, en casi todos nosotros predomina el deseo de tener un trabajo satisfactorio, lo que nos da valentía.

Sin embargo, además de la necesitada valentía, bueno es contar con una pequeña guía que nos ayude a decidir sobre qué cuestiones son realmente importantes para mí en el terreno laboral. Roman Krznaric en su libro Cómo encontrar un trabajo satisfactorio nos ofrece ciertas pautas muy interesantes.

¿Por qué es difícil elegir una profesión? Según Krznaric por razones como el exceso de oferta (hay más de 12.000 profesiones registradas) y por la herencia educativa o familiar que nos induce a decantarnos por carreras equivocadas. Sin duda el momento social que nos toca vivir es también un fuerte condicionante. No en vano D. H. Pink habla en su libro Una nueva mente de una transición entre la era de la información y la era conceptual, que genera cambios en las profesiones del futuro.

¿Cuáles son los elementos fundamentales de una vida profesional satisfactoria? El sentido, el flujo y la libertad. La combinación de estas tres condiciones es importante para asegurar la buena elección profesional.

Krznaric define el SENTIDO en el trabajo a través de cinco dimensiones:

• - Ganar dinero. Es una motivación extrínseca que suele perder fuerza con los años. Sirve como acicate pero sólo en ciertos momentos profesionales.

• - Tener estatus. Entendido en términos de prestigio – peligroso al caer en la búsqueda de reconocimiento – o de respeto profesional – más indicado pues nos proyecta en lo que hacemos y en cómo lo hacemos, también es una motivación extrínseca, es decir, que depende de otros.

• - Dejar huella. Dimensión asociada a la trascendencia, al sentirnos útiles, al hecho de conocer el impacto social de nuestras acciones. Entramos en el terreno de las necesidades del mundo. Cuanto más necesite la sociedad de nuestro trabajo, más satisfechos nos sentiremos.

• - Cultivar nuestras pasiones o lo que es lo mismo, dedicarnos a “aquello que nos gusta”. Esta dimensión suele ser la más valorada cuando nos planteamos un cambio profesional.

• - Potenciar nuestras aptitudes, es decir, dedicarnos a “lo que se nos da bien”. Muchas primeras elecciones profesionales se apoyan en ello. Con los años, caben distintas opciones: la de “llegar alto” (especializarse o hacerse un experto en algo) o la de “abarcar mucho” (convertirse en un generalista al estilo de los hombre del renacimiento o compaginar varias profesiones).

Además del sentido, FLUIR es la segunda condición esencial para tener un trabajo satisfactorio. Una experiencia de flujo implica disfrutar tanto con lo que hacemos como para abstraernos totalmente con la actividad, sin ser conscientes del paso del tiempo. Es decir, entrar en un estado máximo de concentración.

El tercer factor de satisfacción profesional es la LIBERTAD, el sentir un adecuado equilibrio entre seguridad y autonomía. Krznaric analiza una disyuntiva clave en cuanto a la libertad: trabajar como asalariado o trabajar por cuenta propia, con sus pros y sus contras. Y no podemos olvidar uno de los principales tesoros liberadores, el de simplificar nuestra vida, también la profesional.

Quienes se sienten satisfechos con su trabajo poseen una buena combinación de estos tres elementos, sentido, flujo y libertad. Si bien, hay un escalón superior, el que nos lanza a la satisfacción más plena: poseer una verdadera VOCACIÓN y dedicarse a ella. Es lo que el autor califica como “tener un trabajo con alma”.